Era tan puro el silencio
Que escuchaba el andar de las hormigas
El tejer de las arañas
La limpieza de las moscas
Era tan puro el silencio
Que acaricie el sonido de la vida
El aliento de mis poros
El reloj armonizando el tiempo
Era tan puro el silencio
Que escuche el sonido del polvo
Merodeando la oscuridad de mi cuarto
aapayés