Hay un bolígrafo en el pasillo
La maquina de escribir,
Está en el cuarto oscuro del olvido
Me acompaña el ordenador
Y los celos del teclado, me coquetean
Manipulan mis dedos y los hacen bailar
Al compás de mi pensamiento
Ríen
Lloran
Y hacen el amor con las palabras
Las letras se desnudan
Y las frases llegan a su orgasmo
Gritando de placer al caminar
Me excitan, me provocan
Me desnudan y hacemos el amor
Sin tapujos y sin condiciones
Lo permiten todo, admiten todo
Se entregan y nos movemos,
Eyaculo
Y nace la poesía acomodada en mi escritorio
La almohada me espera
Y abandono el ordenador exhausto, duermo
Te siento
aapayés