La ausencia de todas las derrotas
El peregrino grita presente
Y la aurora marchita
Relampaguea el infinito espectro del silencio
Cual siniestro fiel
A la soledad impuesta
Por la sonrisa ajena
En el hospicio del sufrimiento
¡No soy yo!
Gritó el peregrino
Y siguió su camino
En la finca del hogar
Que le dio abrigo sin saberlo
Manera de creer en el amor
Cuando el grillo y la luciérnaga
Danzan en plena noche de terror,
Un beso en el pecho de la conciencia
Y una caricia a terciopelo
Un paso más
Y seré
Un beso en el manicomio
De los desterrados de siempre
De siglos enamorado del beso
Acogedor escrito en su cuerpo
La ausencia de todas las derrotas
En nombre de la ausencia reconstruida
Surco los arrecifes del tiempo
Para desnudar la memoria
Del peregrino andante
¡Te amo!
Grito el peregrino
En la guillotina de su amante
Un beso
Y ¡pssssst! calló
La guillotina cortando su pensamiento
Y murió soñando amarla, para siempre
aapayés