Hay una muchedumbre
De ideas en el corredor
De la siesta
Las tardes
Me la paso
Observando el cielo
De mis ojos
Las pestañas se sonrojan
Cuando el aleteo de un pajaro
Visualiza el anhelo a la vida
Y sonrojo igual
Ante la cálida ternura del viento
Hay una muchedumbre
De sueños
Haciendo cola
Al lado de mi almohada
Esperando entrar
A la hora de la siesta
Que sueño
Que almohada
Y que cama merodea
Los momentos
Para gozar la tempestad
De espermas
Que danzan desnudos en mi mano
Y pienso en ti
Y ye veo humedeciendo
El instante de acariciar
Tu cuerpo
Hay una multitud
De versos desfilando
La siesta
aapayés