Que me supere
El pan nuestro de cada verso
Con la poesía
Inmaculada del alma
Soy un andar ausente
En las laderas del silencio
A las orillas del lago superficial,
De un grito en las montañas vecinas
Allá donde brilla el sol
Que nos acaricia el tiempo
La vida
Y se marchita por las noches
aapayés