Vi la raíz del papeleo
Dentro, tu forma era un vacío.
Solo mi eco habitaba el volumen.
Al descifrar sus signos,
emergió el poema truncado.
Y allí, confirmé la elipsis de tu nombre.
Vi la raíz del papeleo
Y mi alma se desgarró en el proceso:
pura y áspera,
disonante y tosca,
jet en el edén incorrupto.
La raíz del verbo mental
-ardiente en su retórica-
consumió el núcleo de lo existente,
sin reformular su esencia.
Vi la raíz del papeleo
Mi infancia fue un glifo ilegible
-verboso y periférico-
en el gran texto del olvido.
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