Relajado y fiel a tus besos

 

 

 

 

 

 

 

 

Mi reposo es tuyo

Cuando con alegorías

Nos dictamos al oído

Lo obsceno y fiel a nuestros deseos,

Pasión acumulada de siglos

Esperando tu cuerpo

Enlazarse al mío

Me veo

Y el espejo me dicta tus caricias

Un segundo anhelado

En cada caricia descifrada

Cambiemos el llanto

Por los gritos de pasión

Y gemidos de placer

Un segundo imaginario

En reposo a tu lado

Lado oscuro en la cama

Y un fervor a tus besos

Desnudo ante el espejo

Me refresco

Relajado y fiel a tus besos

 

aapayée

Un sueño en el paladar de tus versos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esos momentos mágicos

De la vida

Que te asciende al cielo

Solo pensarlo

Sentirlo y vivirlo

No son más que

Sueños transitorios

De un segundo eterno en tus recuerdos

He recuperado ser

Un sueño en el paladar de tus versos

Y un poema en las palmas de tus ojos 

Esos momentos inanimados

En pleno sueño

Perdido en un mundo

Inexistente 

Despierto 

Y nacen versos

aapayés

Mirando el ombligo del universo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Somos de manera elocuente

Un punto en el universo

Una luz

Que trasciende siglos

Que trasciende montañas

Un verso en el universo

Un poema en la galaxia

No podemos elegir

Entre el bien y el mal

El bien debería de ser

Esencial

El mal el existe

Y es el destino de muchos

De todos los que justifican

Su ego en el universo

Luz de vida

Luz del tiempo

Luz de lo que somos

Somos sufrimiento

En la piel escrita de la vida

Un poro en medio de la nada

Un agujero negro

En el universo del tiempo

Somos poesía

Melancolía obscena

De un amor en decadencia

Somos la perspectiva ingenua

De una imagen perfecta

Somos la justificación perfecta

Para matar

Ególatras de la riqueza

Que nos engulle lo imperfecto

Deseo marginal de la vida

Somos el sol

La luna y las estrellas

Mirando el ombligo del universo

No somos nada

Ilusoriamente

Nos creemos todo

 

aapayés

En la librería del silencio

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Estoy tratando de ser yo

En cada gesto

Que colorea las nubes en el cielo,

Luz

 

Estoy tratando de ser yo

Esa luz que acaricie tus cabellos

Tus piernas,

En casa uno de tus paso

Leyendo poemas

En la librería del silencio

Amén

 

aapayés

Saboreando los versos de un poema

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Me regocijo

Saber que existo

Que sería la poesía sin ti

Que serían los versos,

Si no palabras escuetas

Que se escribirían sin sentido

Sin sentimiento

Sin ese amor que nace

Solo con mirarte,

Desnudo el alma del pintor

Y del poeta loco

Arraigado a su destino

Coqueteando con el tiempo

Y el cielo creador de sueños

Me regocijo

Saber que existo

Saboreando los versos de un poema

Enamorado 

Escribiendo locuras 

 

Terco y loco

Me regocijo saber que existo

 

aapayés

Con la intuición escrita en silencio

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El éxodo de mis palabras

Se mezcla con el augurio

De ser poeta,

Calcando imágenes escritas

En mi alma

Ausencia autóctona

De un ser oriundo

Del calor auténtico del ser humano

El éxodo de mis palabras

Se mezclan

Con la intuición escrita en silencio,

Un vuelo artificial

Por la cúspide espiritual

De un pintor

Sin musa

Queriendo encontrar

La belleza de la vida

En cada palmo escrito

En el cuerpo de un amor

Remolcado en la cama

Haciendo poses

Con la poesía silenciosa

El éxodo de mis palabras

Son la imagen perdida 

Que intento recuperar 

Escribiendo  poesía

 

aapayés

Escampó y todavía sigo pensando en ti

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tengo la mirada fija

En la poesía

Errónea imaginación

De escribir las locuras elocuentes

De un intelectual mediocre

En las inmediaciones

De un banco,

Estiércol del capital foráneo

Llevo en las manos

El teclado listo para escribir

Los insólitos versos

De un loco

Vendiendo ropa

En el almacén de la poesía

Desnudo la terquedad

De ser inquilino ebrio

En la habitación de un hotel

Sin agua caliente

En el norte del planeta

Escribo y látigo

Las necedades que se esconden

En los pulmones

Cuando respiro en la ciudad

Llena de smog

 

Tajante fueron las respuestas

Que le canto el grillo

A la noche

En plena luna llena,

Un verso de amor

Queda corto ante tanta palabrería

 

Tengo la mirada fija 

En la ventana

Que me acaricia el rostro invisible de tentaciones

Una gota de agua

Me haría feliz 

Si llueve toda la tarde

Para beberme a besos tus recuerdos

 

Espero el día 

De poder besarte a escondidas

De las miradas ajenas a lo nuestro

No puedo dejar de teclear tu nombre

Catira, chele de mis tentaciones

 

La poesía 

Sigue siendo tuya 

No dejes de sentir mis versos

En cada poro de cuerpo

Tengo la mirada fija

En ti

Musa ecléctica de la vida

Llueve

Escampó y todavía sigo pensando en ti

Atmoférico momento

De un vino

Bajo la lluvia

 

aapayés

El aroma de vivir

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lúcida y terca

Fue la caja de Pandora

Que dinamizó el verso

De un amor incorregible

De un poema inalcanzable

 

Ya decía yo

Lo elocuente está

En el fondo de la caja,

Imagen perpetua de la esperanza 

Lúcida y terca

Se quedó en el aire

El aroma de vivir

Soñando con tenerlo todo

aapayés

En el bolsillo de mis sentimientos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Me alivia saber

Que el entierro de mis errores

Se quedan ausentes en mis recuerdos

Solo, si consigo romper

Con el esquema repetitivo

A la inconsciencia de corregirlos,

Guardo el amor

En el bolsillo de mis sentimientos

Y lo acaricio

Siempre que me siento perdido

En las esquinas de mi pecho,

Mis amores escritos

Son mis errores marchitos

 

Utopía sedentaria

De un tren que partió sin ti,

Para hacer la sabiduría

De un colibrí

Congelado en pleno vuelo

Queriéndose beber la vida

Una copa de vino

Con la copa de vida

En un restaurante vacío

Torciendo el alma 

Añejo y fiel amor de sus recuerdos

 

Me alivia saber

Que la guitarra clama mis manos

Para hacer llorar el alma

De las cuerdas tendidas 

Esperando los dedos 

Que gritan 

Cantando la esperanza de ser poesía,

En el disco añejo de acetato 

Fumándome en silencio 

Mis deseos

Utópico alivio

De un poeta escribiendo heridas

 

aapayés