Me carcome la idea
De ser un poema desequilibrado
En el precipicio de un acantilado,
Un degenerado
En los versos de un marginal elocuente,
Capricho espontánea
En las manos
De un amor incondicional
En los párpados del pasado
Así minúsculo y triste
Torcido e ingenuo
Me las arreglo,
Para seguir flotando
En el paraíso de mis pensamientos
Un canto obsceno y pulcro
Me invade la espiritualidad ajena
Al desequilibrio mental de un orgasmo,
Placentero espasmo
En las piernas de un amor sin censura
Me carcome la imagen
De ser un depredador de la poesía
Nocturnos versos
Escrito en el cuerpo desnudo
De un libro escondido
En la cama de tu vientre
Una caricia en el ombligo de tu despertar
Mañanero beso
En la esquina secreta de tu cuerpo
Me carcome la idea de ser
Un beso clandestino en tus labios
Y de tus manos el varonil deseo
De tus espasmos
Me carcome la idea
De ser un grito de amor
En tus caderas desnudas al infinito
Entregando todo
Sin tapujos y condición
Me conformo
Con ser un poema en tus manos
Escribiendo los versos de mis deseos
aapayés