Escuché a gritos
El canto de la nostalgia
La divinidad olvidada
En los cuadernos de primaria
El abecedario sustancial
De la palabra
De la prosa y versos,
Allanaron la poesía
Que a empujones
Brotaron de la nada
Escuché el canto de la nada
Y se hizo bohemia
En los bares del olvido
Una copa de vino por la noche,
Sentado en medio de un acontecimiento inaudito
En el rincón de la miseria
Poesía
Cantó el pájaro
Que apareció de la nada,
Para seguir creyendo en la oratoria
En un monasterio
En las profundidades del silencio,
Oblicuo verso
Si estamos iracundos
Con sentido literario,
En una iglesia ortodoxa del siglo primero
Catacumba existencial
Cayendo en el olvido,
Reciproco menester
De un pájaro volando bajo,
En lo alto de mis rodillas
Escuché llorar la noche
Y gemir el verso
Iracundo de la vida
aapayés