Microbiografía de Adolfo Payés

Bertolt Brecht

Bertolt Brecht

sábado, 22 de septiembre de 2018

Escondidas en las venas del sentimiento














He intentado escribir poesía
Embriagado de melancolía,
Anonado por el amor
Y el sexo embrutecedor, pasión

Las vivencias cotidianas
Tarántulas emociones del placer,
De querer ser idóneo e ideal
En la memoria colectiva de un amanecer
Casto y puro

Escribir lo imposible
Debilita el insomnio y la soledad,
Imaginación absurda de seguir viviendo
Mortífero y
Fiel abedul del pensamiento

He intentado plasmar vivencias
En las dificultades escritas,
De un atardecer nefasto y cruel
En las catacumbas de la desesperanza,
Incomunicado y perdido
En las celdas del silencio,
La muerte carcome la sabiduría
De querer ser siempre,
Ingenuo adolescente en el amor,
En el placer de acariciar ternura escrita
Esbozada en los libros
Olvidados en los estantes

La poesía homogénea
Que decapita tentaciones malolientes,
Rostros asesinos del psicópata intelectual
De la miseria humana, torcidos por el sistema
Homicida de almas infantiles de las calles,
Barrios marginales del pensamiento

Un beso renegado e infiel
Aterroriza la soledad
Llena de muerte, de gritos de angustia
Por las noches del crimen
Misterioso y cruel del egoísmo

Ver partir la silueta amada en tus sueños
Sin poder acariciar su mano,
Camino al hogar absurdo y torturador 
Afianzado por el verso mudo de la hipocresía

Dejar a un lado el momento
Efímero del placer
Te convierte en infiel anónimo en la cama,
La que  abriga y doblega el alma
Y embriaga el sueño embrutecedor,
Para seguir soñando despierto
Bajo el sombrío espectro,
Imagen que dejó de brillar en tus ojos
Ausencia eterna del beso podrido por el tiempo

He querido escribir tantas emociones
Y solo escribo mierda
Sin sentido y sin emociones en el sexo,
Me humedece la idea de penetrar vaginas
Culos acariciando mi sexo,
Y arrebatar del cabello la pureza
Del cuerpo obsceno deseoso de torcer
La silueta femenina de mis tentaciones

No percibo emociones en la poesía
La realidad me carcome,
Cuando me invade la soledad
Torturadora de sueños rascando el pasado,
Por las celdas del silencio,
Un grito de angustia invade mi cuerpo inerte
Las noches que acaricio tempestades

Me dejo llevar inconsciente
Por las emociones que van apareciendo
En los dedos presionando teclas del ordenador,
Inerte y fiel compañero de mis pensamientos
Sentimientos que desnudan el alma
De lo vivido y perdido en los callejones del horror
Del odio y la tortura en el amor,
En las manos del cruel asesino de ideas y pensamientos

La imposibilidad de ser feliz
La pasividad de dejar partir el amor
En un aeropuerto muerto de sentimientos,
Deja perplejo, al mas indómito pensador
Artista, poeta y loco de la sabiduría,
Un adiós carcomido por el egoísmo
Y marchito manantial en los labios
Que un día
Acariciaron el poro mas intimo de tu cuerpo

Un verso doblado y vagabundo
Se yergue en las palmas del adiós
Que grita con sus ojos
Las lagrimas mudas del silencio,
Abandono cruel de la metáfora
Soñadora del destino

He intentado calcar la poesía
De quién la lee,
Punto y coma en la piel
De quién suspira, 
El libro ingenuo y sonriente en los versos,
Aglutinando el ego podrido del entretenimiento
Lectura estéril
Las noches de insomnio

Saber ser, el loco que deambula
Por los caminos perdidos
Me posibilitan seguir siendo
El personaje fiel
En las dificultades de la vida
Ante la muerte y el beso mal escrito,
En los ojos,
Deseando estar lejos de la prisión
Que me vio llorar
La ausencia de una caricia
Y la mano de un amigo

Apacibles noches
De luna llena y desnuda
Brillo virgen y misterioso del abismo
Que trasciende al infinito obstáculo
De plasmar las costumbres imaginarias
En las lineas llamadas letras

He intentado vestir mi estilo
De un vago
Queriendo descubrir la montaña,
Subirla a ciegas y llorar a cantaros de orines
Por las veredas que descienden al océano
De quién espera
El brillo inmenso de la noche, bajo la luna

Una palabra en el recinto espiritual
De un te amo al oído
Musical sonido de una voz enamorada
Palpando las mejillas y besando las costillas

Sentarme a esperar el momento oportuno
De escribir el aliento
Que deambula por las venas
Y las energías del cerebro
Dibujando paisajes con la tinta negra
En el blanco lienzo de un papel

Una a una aparecen a gritos
Las palabras
Que van dando forma a la idea
Que el pensamiento va pariendo a gritos
En las yemas 
Descubriendo el amor por la poesía

He intentado sonreír desnudo
En el baño
Mojando la carcajada muda
De mi cuerpo obeso de amor

Contar historias muertas y vivas
En los años barajando tentaciones
Escondidas en las venas del sentimiento

aapayés