No tengo alma para morir
Las ideas fugaces de un adiós
Desvanecen el sueño marginal
Que un día lloró frente a la ventana
Sin despedirse
Atuendo desnudo
Grito fugaz del verso arrodillado,
Cómo esperando un beso
Ciego y mudo
Ante la derrota
No tengo alma para dejar
Me divorcio del amor
Cuando el frasco está vacío
En la mesa de la vida,
Cómo esperando una caricia de voz
En el oído obtuso del silencio
No tengo alma para dejar
El amor ajeno a la ternura,
Tampoco pronuncio
El acento en las palabras
Que no dicten ternura
No tengo lagrimas para llorar
El verso ajeno de un amor marchito
En la maceta del corredor
Olvidado por el sol y la tormenta
No tengo alma para dejar
No tengo el alma para vivir
Lejano a ti, soñando en ti
aapayés