Me detuve a leer
Esos renglones
Que trascienden la memoria,
Me cubría con su manto
Olvido a la discordia,
Los parapetos escondidos
En las costillas,
Reciclaje emocional
De un libro mal escrito
En el pecho,
Emboscando tentaciones
Que solía leer suendo niño,
La divina comedia
Y el rostro del infierno
Me cubrió con su nombre,
Dante Alighieri
Posando en mi costado
Sin pronunciar mi nombre,
Acusome de negligencia parental
El infierno se hizo sueño
Y sus llamas
Una sabana cubriendo
Mi cuerpo,
Epitafio de un padre
En el olvido
Y sumergido
En el infierno de la poesía
Me detuve a leer
Y brotaron lágrimas
Con sentido humano
Leyendo en el recuerdo
De ¨La madre¨, de Máximo Gorky,
Y eche a llorar
Recorriendo el camino
Y la entrega de lucha de Pavel,
Su madre inculta y analfabeta
Se involucra
Solidaria a la entrega por la causa de su hijo
Pavel,
Allí me vi
Involucrado
Levantando el puño en alto
Y cerrado con firmeza
Gritando
Consignas revolucionarias,
La tortura fue mi destino
La muerte mi camino,
Pero estuve allí
En medio de la nada
A oscuras en una celda
Desaparecido como tantos,
Que jamás regresaron a sus casas
Ni a darle un abrazo
Un beso,
O una sonrisa de despedida
A sus seres más queridos
De su vida,
Me revolvió la memoria
Y el gesto de ser sincero
Me desnudé
Y me incline en medio de la noche
Para pedir perdón
A todos los desaparecidos
Compañeros de lucha solidaria
Me detuve a leer
Y comprendí,
Que somos hechos de errores
Y gestos que atormentan
El presente,
De un pasado lleno de recuerdos
Cierra el ciclo
A los que un día
Te hicieron daño
Con el perdón,
Gentilicio de un poeta loco
En medio de la tormenta
Que se llevó,
El alma de un amor perdido
Me puse a leer
Y encontré tu rostro
Memoria marchita
En la mochila de la vida
aapayés