Lúgubre manantial de besos
Se derriten en la memoria del despertar,
Beso ajeno al descubierto
Verso enredado en el silencio,
Anonadado momento de sentir
La arrogancia virtual en la palabra,
Verso espectacular del llanto
Torcido en el alma,
De un gorrión cabizbajo
Y en silencio
Aleteando sueños
Una lagrima congelada
Se derritió
El día que dejamos de ser cómplices,
Cómplices de amor
En un poema compartido
En el ocaso secular de un te quiero,
De un te amo inmaculado
Podrido en el jardín de nuestros genitales,
Manera de vivir
El placer del coito espiritual en decadencia,
Virtual tentación en celo reciproco
Al descontento obsoleto en la cama
Parásito secular
De un verso agrietando sentimientos,
Aniquilando tentaciones
En la grieta colosal de un poema
Derretido en los labios ajenas al amor
Lúgubre manantial suspiro,
Ataúd marginal
De una musa en celo,
Disparando tentaciones
Por las esquinas del nuevo barrio
Coloquial del tiempo
Dos lenguas leyendo amores
Tácita existencia de creer,
En la poesía
Derretida con el viento,
Cálido suplicio pronunciando acentos
En los puntos y aparte
De un guiño colosal del cielo
Un amor agrietando vidas
Con la complicidad del tiempo
aapayés