He querido bajar
El péndulo de la verdad,
Arrastrarlo por el cielo
Y lanzarlo con furia
Al infierno de la vida.
No existe la verdad absoluta:
Existe el pensar coherente,
Único en cada individuo,
Una forma superficial
De vivir según lo que
Te hace sentir bien.
Vivir la vida, pese a todo,
Hace renacer lo que eres.
Pese a todo:
Quise arrancar el péndulo de la verdad,
Clavarlo en el viento como un puñal,
Y ver cómo su sombra incendiaba el cielo
Antes de arrojarlo al fango de los vivos.
No hay verdad, sólo hay grietas:
Cada hombre es un espejo roto
Que devuelve astillas de luz.
Vivimos en la orilla de lo que creemos,
Mordiendo mentiras dulces
Como frutas maduras.
Pero vivir a pesar del barro,
A pesar de los espejos
Es resucitar en cada caída,
Es escupir al abismo
Y oír cómo el eco
Devuelve tu nombre
Convertido en trueno.
aapayés