En algún lugar,
muy lejos de las montañas de mi silencio,
habita un pastor
lleno de poesía y de historia.
Con una mano labra la tierra,
y con la otra,
la txapela vasca,
acaricia soledades.
En algún lugar,
muy lejos de mi infancia,
brota la sangre vasca
derramada en Chalatenango,
en los caminos solitarios
de una lucha compartida.
Pakito Arriaran
y Carmen González:
una gota de lucha revolucionaria.
En algún lugar de El Salvador, para vos,
compañera vasca,
compañero vasco.
aapayés

