Tan de repente como tu fuiste
Así de fugaz fue nuestro encuentro,
En el café de la noche
O en el día bebiéndote,
Me acomodaba en tu hombro
Y con tus cabellos acariciabas mi silencio,
Tus manos alborotaban las palabras
Y las caricias brotaban en segundos
Tan de repente te marchaste
Tan audaz fue nuestro encuentro,
Desnudo y frágil
Se quedaron los versos
Retorciendo la tentación de un beso
Tan de repente como llegaste
Así fue tu partida
En la memoria del que soñó con la poesía,
Para ti
Para el sol del nuevo día,
Para el viento que se llevó tus caricias,
Para el ave que interrumpió nuestras miradas
Un atardecer de abril
Dejó la primavera florecer la esperanza
aapayés
