Cuando en el silencio me cobijo
No encuentro el mismo abrigo
Que en la soledad de la noche
Escondido en la cúspide de tus besos
La noche que tanto anhelo
De mis caprichos, abrigarme con tus cabellos
Es lo que alimenta el verso
Cuando vago por el cielo
No sé como ni cuando
Comencé a sentirme en tus brazos,
Pero, si sé, que el beso de tus ojos
Son el alimento de mi deseo,
Si para ello descubro, qué en disimulo
Te hago cómplice, lograré ser tu sueño,
Verso de tus cabellos acariciando tempestades
Cuando en mi sosiego descubra tu sonrisa
Dormiré implacable al infinito
Esperando despertar a tu lado, un día
aapayés
