Vestía de ilusión sus caprichos
Que con su mirada engañaba sus tentaciones,
Cautelosa con sus amores
Se entregaba sin dejar espacio a la duda
Una caricia
Engañosa de sus deseos
Dudaba
Un abrazo fuerte con el beso pecador de sus tentaciones
Manos describiendo sus esquinas,
Abriendo con afán sus piernas
Denunciando el delirio,
Humedad tentación de sus secretos
Deslizando emociones
Capitulando en el instante estricto de la caricia
Dedos cómplice de quien la toma,
Arrebatando con locura, su braga color capricho
Entrega el alma
Al grito celestial de sus espasmos, orgasmo espiritual
De la vida
Vive
Goza
Humedece
Entrega el amor a quien embelese su alma
Su cuerpo
No mires atrás con desavenencia
aapayés
