Duerme
donde la muerte ya no tiene sentido,
y donde el silencio
es el eterno lenguaje del alma.
Que regocije tu recuerdo
en las manos cariñosas
de aquellos cuyo amor
no deja de ser
tu presencia infinita.
Duerme.
Duerme.
Duerme.
Que el camino es breve
para estar contigo.
Donde el no-ser pierde su nombre,
y la quietud
es la única memoria
que vibra.
Donde lo amado
es una forma del aire
en palmas eternas,
y lo que fue vínculo
persiste
como latido sin origen.
Duerme.
Que la distancia
es un pliegue
hacia tu centro.
aapayés

