Me bebo la lluvia
Y mis ojos la vierten
Sirimiri sentimiento eterno,
Ya no es el alma en versos
Son los truenos de la tormenta
Que engalanan la noche
Y regocijan el rostro ingenuo de amor
Convertido en lagrimas
Perdidas en la mejilla
De un gesto inesperado
Llueve y riega
El manantial sentimiento de amor
Por el mundo
Monasterio olvidado por el hombre
Mezquino a sueldo
Del egoísta placer de la vida
Un tren atraviesa
El silencio
En medio de la tormenta
Y el sirimiri concatena la esperanza
De sentir las caricias del tiempo
Olvidado por la poesía
Me bebo la lluvia
Y lloro sirimiri por ti
aapayés

