Caminar sin encontrarnos
Sin remediar los suplicios del destierro
Del aroma a tierra nuestra
En las laderas del norte,
La nieve que poco a poco nos abriga
Con su espectacular brillo blanco y ausencia de lo nuestro
Caminar, caminar taciturno y moribundo
Por los anaqueles del egoísmo
Norte escuela de la desdicha individual
Caminar sin encontrar el abrazo estrecho y fraterno
Del amor,
Cierro los ojos y veo tu rostro, marchitado por el tiempo
Por el alcohol, los porros
Y el tabaco que genera la vibración de tus tentaciones
Anonado por la distancia
Me alborota la imagen de quien amo,
No tu rostro perdido en las mirada del otro
Es la imagen fiel, tierna e inocente
Del niño que crece y vive a pesar de tanto
Caminar y dejar atrás todo
aapayés
