jueves, 8 de abril de 2010
Con el gesto más sublime de tu sonrisa
El precipicio de mis orejas es tal,
Que al escuchar reír al viento
Se acelera el corazón
Disparando versos al silencio
Escondidos en el labial movimiento
De lo nuestro
La armonía que nace del sonido
Peculiar de tus besos
De tus pasos
Y de tus manos al decir te amo
Son el claro ejemplo
De que entre nosotros
No hay otro mundo, más que amor
Nacido en el hilo escrito de tu vientre
Con el gesto más sublime de tu sonrisa
aapayés.