Encontré una razón para vivir
Y sonreí mirando mis manos
Mirando mi ausencia,
Y encontré ese atisbo mágico
De la vida
Y no pude comprender
En el momento,
Que no hay nadie más importante
Que la ausencia
La ausencia de ser uno mismo
La ausencia de mirar al otro
La ausencia de sentir la vida
La ausencia de leer un poema
La ausencia espiritual de amar
Silente y sin caprichos
Silente y sin medidas
Silente y sin temor
A escribir un verso
En el vacío horizonte del silencio
Si
Y comprendí
Que la razón de vivir la vida
Es caminar mirando
Al horizonte frente del destino
Desconocido amigo mundo
Por conocer
Encontré una razón para vivir
Sin ser un punto y aparte
Para nadie,
Sino un punto y seguido
En el averno mundo de la inocencia
De la existencia
De la partida al silencio
Al silencio existencial de la muerte
Encontré la razón de vivir
La vida
En el vasto mundo espiritual
De ser uno mismo
De ser yo
Encontré la razón de vivir
La vida
Mirando al sol
Todos los días por las mañanas
Solo
aapayés