No dejo de escribir en las nubes
Grises de algodón,
Las blancas se desvanecen,
Cuál llanto vacío después de la tormenta
Cuál vil cabrón
Servil a tu caprichos
Ni una coma en la oración
Ni un punto en el corazón
Solo inciertas palabras
Arropando esperanzas,
Engaños del martirio
Putrefacto y cruel de la desdicha
No dejo de creer en ti
Luna sin luz, versos sin voz
aapayés