sábado, 6 de mayo de 2017
Sin misericordia obtusa en el abecedario del silencio
Apenas dejé de sentir
Comprendí que era el momento
De dejar de escribir,
Mis dedos dejaron de latir
El parpadeo de una mano sin razón
Misericordia obtusa, en el abecedario del silencio,
Enrojecieron las espinas, que taladraban
La biblioteca honrada, lectura por vivir
Dialéctica tentación
Desbordó la imagen moribunda de la palabra
Que trasciende mas allá de lo esperado,
Placentero y acogedor de un adiós,
De un verso sin despedida,
Sin permiso a la vida,
Atardecer y amanecer muriendo
Del día que llegó para quedarse
Un suspiro
Confundido, con el orgasmo precoz de la avaricia
Eyaculación anónima,
Recovecos de una ira obscena
En los labios húmedos del placer,
Lengua lamiendo letras
En los parpados de las dificultades escritas,
Rincón, solemne silencio en la biblioteca
Ajena a la lectura
Olvidada en el pasillo del pensamiento
Una ráfaga, disparando versos
Armas del pensamiento
Aniquilando anarquía y capitalismo
Austero y pretencioso,
La Biblia se tiñó de sangre
Esencia, historia de la conquista de la tierra,
Aniquilar pueblos
Los capítulos y versículos
Con personajes agudos y rancios a la verdad,
Quejándose, de quién les dijo sus verdades
En los muros de lamentación,
Hay de vosotros fariseos y saduceos hipócritas,
Rásguense las vestiduras,
Para verles desnudos, por las calles del genocidio
El sermón de la montaña
Acorraló al mas pudiente placer económico y político,
E igual, clerical fantasmagóricos de siglos,
La palabra se hizo verbo y abito entre las piernas,
Entre nosotros pecadores de la vida
Del placer y el egoísmo
Grito ungido del saber
Ser o estar en el materialismo histórico,
Materialismo dialéctico,
Qué sería el mundo sin Marx
Sin su Capital, análisis de la sociedad,
Sin ese fruto de clase en la lucha infinita.
Por conquistar nuestros derechos
Por los siglos de los siglos
La comunidad primitiva,
Nosotros, ausentes de sentimientos
De amor, de sensibilidad
Materialistas a tope de arrogancia
Espíritus vacíos de palabras solidarias,
Gestos prostituidos de un Dios-dioses
Dioses lamiendo tentaciones
Un niño desnudo y desnutrido
Muriéndose de hambre, en el continente ajeno al nuestro
Color ingenuo sin saber que existen,
Blancos, amarillos y negros,
Sobrevivir, comer, comiéndose la vida
Prendido de la teta de su madre
Amamantando con sangre,
Esencia del vientre que lo parió por amor
Dolor intenso del ciclo necesario por vivir
Apenas dejé de sentir
Comprendí que debía de dejar de escribir
Es una locura llena de mierda
Si no restriego las palabras en los rostros de los burgueses,
Exigiéndoles,
Un atisbo de solidaridad por quien merece, amor
Futuro
Esperanza a la niñez
Las lagrimas se vuelven polvo
El viento se convierte en piedra
Lapidando conciencias
En las catacumbas de la comodidad,
El mundo occidental meando y cagando paz
Acariciando bombas de odio, al amor, al disparo,
En la sala, frente al televisor, última generación,
El control bajo la mano
Acariciando, el teclado escrito de la estupidez
Música fugaz
Al frío de la noche
Sin saber, que es parodia en Mi bemol mayor
Desnudando, el alma marchita
Agonizante de la sociedad virtual
Un libro mojado en el lavamanos
Un jabón sin usar en la letrina
Un cepillo de dientes en la gaveta
Un papel higiénico sin usar,
Unas manos untadas de mierda, para pintar
El ostro ajeno
De un presidente mintiéndole al pueblo
Un sueño acumulado en el pasillo de la biblioteca
Una palabra escrita en la pared del hospital,
Vivir,
Una mano amiga acariciando
El hombro de un desconocido,
Harapiento pensamiento de un lector anónimo,
Contando historias de lucha
Bajo el brillo ausente de la luna,
Un sol perpetuo que ilumina las paredes escritas
Con sangre y lucha revolucionaria
Arropando el arte de pintar la vida
Escribiendo un verso bajo la luz de tus ojos,
De tus labios parafraseando a Whitman
Sin razón alguna, mencionando a Kafka
Un gentío mutilando versos
En las calles vacías, panfletos comerciales,
Un niño recogiendo monedas
Bajo las piernas cruzadas de la gente ebria
En los bares cotidianos de la noche
Apenas dejé de escribir
Comprendí que debía dejar de sentir
De existir bajo la sombra de un amor ausente
La distancia es amiga de una despedida
Bajo los labios y de el gesto,
Vuelo de una mano en alto
Gritando adiós. sin dibujar el hasta pronto
Se están agotando los días
El tiempo y la vida,
Se dispersa el delirio,
El aire fresco del ambiente bajo arboles,
En la montaña acariciando el silencio
Los años generan espera
La espera de partir, de morir
De disparar suspiros
Una palabra aguda de amor
Delirio,
Efímero sentimiento antes de dejar de ser,
Un paso por el camino,
Andando a solas o acompañado
Con las miserias humanas
No sé cuál camino es el correcto
Cuándo de amor y de amar se trata,
El destino, no sé qué sentido tiene
Si lo que he vivido me basta,
Para saber que no estas conmigo
Extraño tu mano por el camino,
En el parque corriendo a versos
Una caricia llena de ternura, de tus pasos cortos
De tus manos tibias de amor, por la vida
Un cisne dormido en el sofá
Me alteró la tarde y la noche,
Dejé la puerta abierta,
Si al despertar vuela, taciturno y frágil
La historia se transforma en segundos
Nos damos cuenta en el momento de la sorpresa,
Un halcón acarició la ventana del cuarto oscuro,
Encendí la luz y el color del cielo
Se tiñó de amarillo. por el vuelo anónimo de la poesía
Abrí la ventana,
A lo lejos, apareció un mosquito bailando desnudo
Aleteando poesía escondida en mi silencio
Escuché el eco del sermón de la montaña
Lo hice verbo en la lucha solidaria,
Un puño alzado en mi memoria
Me llevó al momento de la muerte,
Instante maquiavélico de un capricho de lucha
Fugaz, fue la voz de la montaña
Sermón incompleto si no se hace verbo,
Praxis, dialéctica contemporánea
En un mundo ecléctico de dificultades
Una sonrisa colmó de ternura mi tortura,
Alternativa ingenua al odio y al rencor, opresor de ideas
Del pensamiento libre y revolucionario
Un fusil descansando en la habitación del olvido
Unas rosas rojas y amarillas delineando el camino
A la victoria, con pasos firmes,
Los libros hacen la diferencia,
La educación,
La cultura,
Leer, leer y seguir leyendo el resto de nuestras vidas
Una lagrima se deslizo en el ojo izquierdo de mi memoria
Un compa caído con el puño alto
Su compañera abrazando la esperanza vestida de utopía
Sueño, sueños y pesadillas
Acomodadas en la almohada
Catando amor en el silencio
Apenas dejé de sentir
Dejé de escribir pensando en vos
aapayés