Me fui sin saber a donde
Y llegué sin saber por qué
Desde el lejano escrito de mi alma
Dediqué los mejores versos del exilio, al destierro
Uno a uno se multiplicaron
Uno a uno se desvanecieron
Partieron cielo y tierra
Parieron ríos y montañas
Y así me fui sin decir nada
Así llegué escribiendo todo
Un hálito de ternura abrigaba mi destino
Se hizo mar
Y se hizo viento
Me negué a morir
Me negué a vivir en las tinieblas del silencio
Lloré alegría
Y amé la esperanza silueta de un amor eterno
Así me entregué al recuerdo
Y así me quedé escribiendo
Esbozando alegorías literarias
aapayés