Sin meditar
Sin interpretar los sonidos
Apareció sin avisar
Una libélula morboseando mis pensamientos
En un instante
Se apoderó del tiempo
Del espacio tentador de paz
Sin meditar
Sin plasmar un verso
En el aleteo del tiempo
Me dejé llevar
Y describí con emociones
Un poema enquistado en la memoria
Se marchó
Así como llegó sin decir un argumento
Con el sonido infinito de su vuelo
Libélula fugaz del tiempo
Inspiración
Tergiversando versos
aapayés