
Por la rendija de la puerta
Que conduce al crepúsculo
Cubículo del laberinto literario
Cruel
Es gritar en el desierto
En el oído del viento
Que dicta con alevosía y carcajadas
Las insólitas palabras que no derrama
La poesía
Elevo mi voz
Dibujando brisas perentorias,
A los implacables versos de justicia,
Que acarició mi memoria
El día que deje de ser,
Exilio
aapayés.